(si miro por la ventana de la cocina
veo a los veterinarios cenando en la terraza, me saludan con la mano,
me hacen señas, no entiendo lo que dicen, sonrío por cortesía, la
luz que está detrás de ellos no me deja ver sus caras, es un
eclipse de personas sobre fondo azul)
(hay pasteles de todo tipo en la encimera, chocolate, helado, frutos secos, camino desnudo y cuchareo
con las manos sucias, el desorden sin quererlo)
(también hay una mujer de piel suave y sexo
menstruante, siento deseo por ella, despierto con la vejiga a punto
de estallar, son las cuatro de la mañana, quiero seguir durmiendo
pero primero desayuno, vuelvo a la cama y espero, el sueño me atrapa
a pesar de ser el animal más lento)
(golpe a golpe, el lunes. fumo sentado
en una silla, el sol me ciega un poco, mis amigos se pelean con una
barbacoa grasienta y infernal, es sábado y es la paz del crematorio,
es la pausa, es la tregua en la trinchera, la madrugada húmeda, la
niebla ahogándonos a pesar de las máscaras antigás. el sábado es
el último caballo con el cuello roto en el grand national)
(porque hoy es lunes y todo juega en
contra, el trabajo, los silencios, las ventanas abiertas, el calor que no tardará en pudrirse, la
colección de discos duros peleándose por arrancar, el teléfono,
cada fotografía en blanco y negro. aburre no saber cuándo y hasta cuándo se cae en
esta montaña rusa. aburre no saber si asesino o guionista. aburre no
saber cuánto veneno debajo de la lengua. la reunión que teníamos
esta tarde será mañana, nos miraremos a los ojos y estallaremos sin
abrir la boca)