lunes, 14 de mayo de 2012


(si miro por la ventana de la cocina veo a los veterinarios cenando en la terraza, me saludan con la mano, me hacen señas, no entiendo lo que dicen, sonrío por cortesía, la luz que está detrás de ellos no me deja ver sus caras, es un eclipse de personas sobre fondo azul)

(hay pasteles de todo tipo en la encimera, chocolate, helado, frutos secos, camino desnudo y cuchareo con las manos sucias, el desorden sin quererlo)

(también hay una mujer de piel suave y sexo menstruante, siento deseo por ella, despierto con la vejiga a punto de estallar, son las cuatro de la mañana, quiero seguir durmiendo pero primero desayuno, vuelvo a la cama y espero, el sueño me atrapa a pesar de ser el animal más lento)

(golpe a golpe, el lunes. fumo sentado en una silla, el sol me ciega un poco, mis amigos se pelean con una barbacoa grasienta y infernal, es sábado y es la paz del crematorio, es la pausa, es la tregua en la trinchera, la madrugada húmeda, la niebla ahogándonos a pesar de las máscaras antigás. el sábado es el último caballo con el cuello roto en el grand national)

(porque hoy es lunes y todo juega en contra, el trabajo, los silencios, las ventanas abiertas, el calor que no tardará en pudrirse, la colección de discos duros peleándose por arrancar, el teléfono, cada fotografía en blanco y negro. aburre no saber cuándo y hasta cuándo se cae en esta montaña rusa. aburre no saber si asesino o guionista. aburre no saber cuánto veneno debajo de la lengua. la reunión que teníamos esta tarde será mañana, nos miraremos a los ojos y estallaremos sin abrir la boca)