sábado, 12 de mayo de 2012

(quemo papeles, las pavesas se elevan en el cielo, se confunden con las golondrinas, el zumbido de los cables eléctricos)

(david fontanals está sucio y sonriente, ahora fabrica mató junto al amigo lopera, el secreto está en el brandy con el que cortas la leche caliente, tan sólo unas gotas mientras no dejas de remover en el sentido contrario a las agujas del reloj)

(ese sumidero es un nido de cucarachas, grandes cucarachas americanas, rojizas y hinchadas, apretadas unas contra otras en apenas unos centímetros, cuento seis y están muy quietas, son gruesas como dedos de un hombre adulto, son las madres de todas las demás)

(la mujer apreta el bebé contra su pecho, tiene síndrome de down y ahora se llama alba, ahora se llama nil, ahora se llama ot, la imagino desnuda, delgada, con la piel del vientre cruzada por una cicatriz de color rosa, sonrío un poco mientras hablamos, estoy fingiendo, no quiero estar allí y no quiero verla nunca más, ni a ella ni al bebé sin nombre)

(me corto el pelo, hago esfuerzos por parecer una persona normal pero como como un cerdo, gruño, jadeo, hablo solo, otro animal químicamente defectuoso. miro las fotografías del álbum: en ellas, jóvenes modernos y billantes afirman ser la puta ostia, paso las páginas sin pensar hasta que siento que las encías se me doblan hacia fuera, los dientes caen y son grandes y blancos)