domingo, 15 de enero de 2012

(lo peor de todo es que la película empieza y sólo hay dos personas en la pantalla, es sexo, no hablan, no necesitan hablar, tan sólo son dos cuerpos que se follan cada miércoles, de dos a cuatro de la tarde, no hay cita, tan sólo un acuerdo tácito que se concreta en gemidos, movimientos, temblores. intimacy, de patrice cheréau)

(las escenas me resultan violentas, tan acostumbrado como estoy a consumir pornografía. dos actores y un voyeur detrás de la pantalla, siento asco y paro la película, la continúo a trompicones, pienso en mi polla y en mis frustrantes relaciones sexuales, pienso en mí como una ballena que se hunde en el atlántico, un animal solitario que no se deja tocar y que huye de cualquier señal de peligro. el hombre se llama jay, la mujer se llama claire, jamás en la vida haría algo así)

(porque jay no tiene suficiente con que le coman el rabo una vez a la semana, no: jay tiene la necesidad de fiscalizar a claire y aprender qué hay detrás de ese cuerpo, qué vida, qué siente, qué quiere, qué desea y, sobretodo, qué no tiene y por qué le busca cada miércoles, de dos a cuatro de la tarde, sexo anónimo de mediodía en una casa que es una puta pocilga, así que la sigue y persigue y caza porque no tiene suficiente con la piel, necesita su cabeza colgada y muerta en la pared del comedor, jay lloriquea mientras le arruina la vida a claire, ella sólo quería que alguien le follase el corazón)

(termina la película con otra canción de david bowie, no me gusta david bowie, vomitaría pero no tengo nada dentro, nada salvo bilis y tristeza, la piel de neopreno mientras actualizo el antivirus y mariano, él sí sabe qué es lo que hay que hacer)