sábado, 15 de octubre de 2011

(tengo nueve años y nos cortamos el pelo en la barbería del viejo xufré, en la calle de sant quintí, cerca de casa. justo al lado hay un taller mecánico y el dueño nos deja entrar cada vez que vamos: en una jaula apenas más grande que mis brazos abiertos, un zorro lleno de grasa consume sus días, enroscado, sin apenas moverse. a mi hermano y a mí nos parece la puta ostia tener un zorro y fantaseamos con algo así cuando seamos mayores)