viernes, 14 de octubre de 2011

(mi jefe, antes de dejar la empresa y largarse a la puta kenia, ha empezado a hacer un horario extraño, así que no viene los viernes ni los lunes y entonces pasa que trabajo más en silencio aún, conceptualizando tonterías para tener las horas ocupadas, preguntándome qué coño, escuchando lo que den en la radio, pensando en un ciervo moribundo con los ojos muy negros y brillantes y el costado lleno de flechas, un bosque antiguo de helechos, un manto de nieve brillante, una calle llena de gente que cruzará un paso de cebra)