domingo, 1 de mayo de 2011

sueño con un examen, un comentario de texto, reconozco una frase de tao lin, soy el único que ha leído esa mierda, empiezo a escribir en la hoja en blanco, se suceden palabras cuyo significado ignoro, la letra es temblorosa, intento centrarme pero me resulta imposible, el bolígrafo es azul y escribe cada vez más gastado, tengo un millón de cosas que decir acerca del último hype de las letras en un mundo globalizado hasta el vómito pero suena el timbre y apenas he escrito nada que valga la pena, encuentro alguno de mis profesores de instituto —josé esteban rodríguez, una tal paquita—, también hay amigos, gente que conozco, también está isa, salimos a la calle por una escalera de peldaños gastados, hace sol, despierto, domingo, día del trabajo o de la madre, ya no se quiere saber