viernes, 18 de marzo de 2011

sueño que vivimos en una casa oscura, no recuerdo exactamente quién pero sí sé que entre esas personas está daniel y está míriam. sueño que en el garaje de la casa hay varias furgonetas en despiece, el suelo sucio de grasa y metal. sueño que hace días que no hay comida y yo acepto morir para alimentar a mis amigos —sé o intuyo que son mis amigos—, no te dolerá, dice daniel, sólo es hundir el cuchillo entre las costillas del lado izquierdo, debajo del pectoral, con fuerza, y esperar un ratito, dejar que la sangre fluya hasta vaciarte, tienes que desangrarte porque la carne sin sangre es la que tarda más en pudrirse, ésa es la regla no escrita del halal o del kosher, añade, yo te abrazo

acepto mi muerte como un acto de amor hacia la gente que quiero. será esta noche, dice él, no te dolerá, repite. es un día hermoso, soleado si sales al jardín o a la piscina, pero prefiero quedarme en el piso de arriba, quiero estar solo y cierro todas las puertas, todas las ventanas, la luz es de una bombilla que tiembla un poco

me miro en el espejo, me toco las costillas. el cuchillo es una especie de navaja fina y afilada, con mango de nácar gris. me fijo en que uno de los tres tornillos que lo sujetan, el que está más cerca de la hoja, está levemente oxidado por los bordes. me sorprende que sea así porque daniel es meticuloso, la herrumbre está fuera de lugar

como exactamente fuera de lugar está dudar de las palabras de mi amigo. no te dolerá, dice palmeándome la espalda, caminando a mi lado. si al principio no temo morir —será una muerte dulce, tranquila, es casi como quedarse dormido—, ahí, a solas frente al espejo, siento un dolor en el pecho que crece con rapidez, miedo, tristeza, llanto, pienso en míriam, me siento culpable, no puedo dejarla sola en esta casa, apreto fuerte la navaja, me cuesta respirar, la hundo con rapidez, no duele, es verdad, en lugar de sangre brotan grandes moscas verdes que me llenan la boca, despierto gritando, enciendo la luz, seis y cuarto, viernes, buenos días

(grandes moscas verdes de brillo irisado, como de metal esmeralda)