martes, 29 de marzo de 2011

(marañón, el bar donde la camarera rusa pone las sillas de la terraza bajo una lluvia finita, la tiranía de los fumadores a las ocho de la mañana de un martes. la flor de mayo, el bar donde los yonquis del pont vell se encogen detrás de un quinto que dura eternamente, dientes sucios y mierda en las manos sudadas y brillantes, ásperas, hinchadas. maverick, el bar donde una mujer fuma sola en una mesa, llueve en la plaza del mercado, les me cuenta de tino, de antonio, del último viernes y de mohamed y patricia la de las rastas. un, dos, tres, vaya nombre para un bar, antes no sé cómo se llamaba, algunos sábados acabábamos allí, el dueño abría a las cinco de la mañana para poner películas pornográficas con la persiana medio bajada, beber la última cerveza y mirar pollas y culos y bocas, biología, fisiología, coreografía, televisión a dos metros del suelo, las mismas caras dormidas, azules y borrachas)