martes, 9 de noviembre de 2010

bajar del podio mientras todos aplauden el esfuerzo realizado. salgo del trabajo y vuelvo dando un rodeo a casa. el camino más largo puede hacerse infinitamente largo, sólo hay que querer una calle más, una esquina más, un parque más. fumo y disfruto de ese momento íntimo mientras camino a cámara lenta entre la gente, un niño se cae, la madre corre, el llanto, el cielo tan oscuro como el mar y el ruido de los coches que salen y entran del aparcamiento del mercado. las conversaciones de la gente se calcan las unas a las otras, como un eco que reverbera incontrolable, cien gigabytes de puro ruido rosa. el momento más bello del día ha sido descubrir a henry purcell como alguien a quien amar en silencio