viernes, 27 de agosto de 2010

(me masturbo contra la pared de la habitación, apoyando la cabeza en la esquina y echando las piernas ligeramente hacia atrás, tensándolas, sintiendo algo eléctrico que me recorre y estalla en una llama blanca que oscurece ligeramente la pared hasta perderse en el zócalo de madera. respiro fuerte, se oyen voces en el jardín y una música que no acabo de identificar, me desnudo, recojo el bañador y bajo las escaleras: en la piscina está la vida definitiva)