martes, 3 de agosto de 2010

lo fácil que es escribir un cuento. en la vida normal de una persona normal cabe trabajar en una empresa de extintores, comer huevos fritos con patatas en el bar de enfrente, ser detallista y educado con tus vecinos. cabe también jugar al rugby y tener una novia embarazada. según isabel landa, vocera del diario el país —vocera del psoe, vocera del gobierno— cabe cualquier detalle que humanice al monstruo, que nos recuerde que están entre nosotros, las personas de bien, los demócratas sonrientes y incansables luchadores por las libertades y el estado de derecho, blablablá. isabel landa hace muy bien su trabajo, qué duda cabe que isabel landa cree en el futuro

el valor supremo de la vida humana. busco fotografías de joseba pagazaurtundua en el google images. leo el relato dramatizado de su muerte —el diario el país es todo un ejemplo de objetividad periodística— firmado por pablo ordaz. vomito. busco fotos de su hermana maite. de entre todas ellas, elijo una. en el pie de foto, un listado de nombres. de izquierda a derecha: maite pagazaurtundua, gotzone mora, maite urrutia, un tal garcía francés, rosa díez, edurne uriarte y chelo aparicio. una buena colección, sí: verdaderas personas de bien, navajeros de la pluma y el pensamiento ilustrado

que se jodan. pablo ordaz habla de tres tiros, dos en la cabeza y uno en el hombro. habla también de un cuerpo caído sobre los periódicos que había comprado un rato antes en la librería stop. habla también de que de esa forma unió su destino al de su amigo el periodista josé luis lópez de lacalle, asesinado un domingo de mayo del año dos mil cuando volvía de comprar los periódicos en el mismo quiosco. apunto mentalmente que esa librería es el centro neurálgico del mal, algo que todo el mundo debería saber y que los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado deberían investigar a fondo. apunto también que a pablo ordaz le gusta escribir asesino y asesinar y asesinado y cosas así, de ese campo semántico. pablo ordaz disfruta con ello. apunto también que pablo ordaz tiene que ser un pijo progre y supremacista, alguien encantador en las distancias muy cortas

vacaciones. intento estar bien, así que vamos a la playa un día sí, un día no, llegando muy temprano, y míriam hace fotos dentro del agua con la lomo ésa de ojo de pez —fisheye number two en el catálogo—. le pongo aftersun en la espalda y ronronea y sonríe y me dice algo que no acabo de entender con los ojitos. tengo los pies llenos de arena y un bañador a rayas marrones y azules que compré en el pryca por quince euros. si me tumbo más de diez minutos me duermo y sueño cosas extrañas. despierto agotado porque el sol me incendia por dentro y floto en una sensación agradable de cansancio. para postres, esta noche dan los chicos del maíz en la televisión. me apetece verla aunque sea una mierda de película