domingo, 6 de junio de 2010

cor de bou es un nombre precioso para un tomate. la lista de la compra también habla de comprar brécol y tomates maduros y pan y queso, suficiente. corazón de buey. pienso en el corazón de las personas, en el de la cajera que me mira como se mira una pared sin nada escrito, en el de esa señora con gafas de sol. pienso en el mío propio y en cómo a veces se atraganta con tonterías, dejando un vacío que tarda en llenarse. corazón de buey, rojo y fuerte, ábrelo por la mitad, siete euros, tres tomates

fumo en el patio antes de regar. en la reja del desagüe hay una araña paseándose. la higuera tiene como doce o catorce frutos diminutos, apenas botones. será lo suficientemente fuerte como para conseguir que crezcan todos? las calles están llenas de mujeres embarazadas y pequeños niños pringosos. el fin del mundo debería empezar aquí y debería hacerlo hoy, sin más preguntas

he vuelto a soñar con lourdes. se acerca y se sienta en la cama, despertándome. me entrega un sobre viejo, de papel marrón. dentro hay fotografías, las polaroids que hicimos hace tres veranos, y una cámara desechable quemada, sin carrete. también es tuyo, dice. a mí se me llenan los ojos de lágrimas y me siento a su lado. la amas? pregunta señalando a míriam. ella todavía duerme. no, no la amo, respondo. tampoco estoy seguro de quererla, añado. siento vergüenza. lourdes sonríe. no hay nadie más horrible que tú, ésas son sus palabras

despierto sobresaltado. no son las siete de la mañana y está lloviendo. truenos, relámpagos y las ventanas abiertas. ciérralas, pienso. intento retener los detalles del sueño. en el sobre hay una nota escrita a mano: escríbeme al apartado de correos cincuenta y seis de altafulla. no he estado nunca en altafulla, ni allí ni en otro millón de sitios más. pienso en mandar una carta y esperar una respuesta. mensajes en botellas y océanos negros y fríos. vuelvo a pensar en la señora de las gafas de sol y el corazón de buey. pienso en lourdes y me viene a la cabeza una imagen: cruzamos san jacinto en dirección a la avenida de coria, es sábado y hace un calor infernal. hace como diez años de esa vez. vuelvo a la cama. ojalá pudiera dormir más. ojalá pudiera volver, porque no hay nadie más horrible que tú