miércoles, 10 de marzo de 2010

soy una alcantarilla de nieve. también soy un sueño que sueña que ha llegado a esa ciudad en el último ferry del día y está anocheciendo. que camina con una mochila a la espalda mientras intenta orientarse. que reconoce calles y edificios y parques pero ha pasado demasiado tiempo lejos, olvidándolo todo, perdido en conversaciones y vidas estériles. que ahora apenas recuerda un número y, con ese número, tu luz. que es por eso que vuelve y te busca y cree reconocerte allí, cruzando la calle, allí, en el fondo del mar. soy una alcantarilla que despierta, se agita, que descansa a ratos, que no tiene voz, que habla como hablaría un agujero en la arena