martes, 9 de marzo de 2010

cada noche, al dormir, me voy con lourdes. sucede desde hace días y muchas veces no puedo recordar todos los detalles, pero sé que estoy junto a ella. esta noche no ha sido diferente y hemos caminado por un acantilado. había más gente allí, haciendo equilibrios en el vacío, peso y contrapeso. nos hemos tumbado boca abajo en el borde hasta que ella me ha tomado de las manos y se ha colgado sobre el mar de jade que rompía directamente en la pared

recuerdo su sonrisa, el viento que la despeina, cómo se resbala y cae, cómo salto tras ella y despertar empapado en sudor