domingo, 28 de febrero de 2010

otra vez el silencio antes de bach, de pere portabella. míriam duerme y yo me emborracho de esa película hipnótica y absolutamente maravillosa. es sábado y el sofá es rojo, el tabaco de otra marca, una cerveza, un gol de leo, otro febrero que se acaba

(me encuentro vacío. me he pasado la tarde tirando cosas a la basura. esta mañana vimos the lovely bones, de peter jackson. al salir, ella tuvo que parar el coche en el arcén de la autopista porque no podía dejar de llorar. una línea de asfixia que unía a susie salmon y a isabel camps y que yo había sido incapaz de percibir hasta ese instante, cegado por mi propio sufrimiento. después, el comportamiento cíclico de la culpa, las manos ásperas del polvo)