jueves, 8 de octubre de 2009

viernes, sábado, domingo, lunes, martes, miércoles, jueves y etcétera. sólo soy feliz cuando consigo masturbarme, cuando todos los fantasmas me abandonan aunque sólo sea por un ratito que después quedará en nada. todos los días acaban siendo la misma sala de hospital

(aburrimiento, un espejo, una silla de ruedas, un tipo que se mira, se reconoce, se piensa y se recuerda, que se motiva con las pequeñas rutinas. la vida es una botella de suero, una sonda nasogástrica, un montón de pastillas de colores, la piel muerta y las ilusiones propias de un individuo de ochenta años que nunca ha trabajado con las manos)