miércoles, 28 de octubre de 2009

llevo una camiseta blanca que dice the residents play wormwood, unos vaqueros sin más historia y unas zapatillas adidas, calcetines negros, boxer blanco, una sudadera azul marino y una cazadora negra. miro por la ventana mientras apago el ordenador del trabajo y veo a una mujer en el edificio más cercano, el que está en la esquina de la calle afores con la plaza clos. está recogiendo la ropa de un tendedero plegable, la puerta del comedor está abierta y la luz es dorada, hermosa. hoy casi ha hecho calor

(tocamos dentro de dos fines de semana en manresa, en el local de la cnt, un edificio grande y fantasmal en el centro de la ciudad. será un festival extraño, de madrugada, con horarios imposibles que harán que pierda el domingo dentro de una burbuja de sueño. volver a casa de día, sin haber dormido, con los ojos blandos y turbios como los ojos de un pez, ése el es plan de después del concierto. ése y quedarme con los pulmones ásperos y negros durante días)

(estará todo lleno de modernos de provincias con la nariz hinchada de farlopa. a oscuras, un monstruo con cien cabezas calientes, sudadas, moviéndose adelante y atrás. el alcohol hará que quiera relacionarme y hable con gente que, en el fondo, me da lo mismo. el alcohol siempre me vuelve incandescente. el alcohol es mi ruina preferida)

(llevo una camisa blanca de manga corta, unos vaqueros ortodoxos y una martens de color cereza, calcetines negros, boxer blanco y un abrigo marrón que nació el mismo día que yo. corro entre los coches para coger el autobús y llego a las ocho y cinco a casa de míriam. la noche del viernes es agradable pero refrescará dentro de un rato. bebemos cerveza en el bar ése de la calle santa maria, el del camarero flaco con perilla, un gay sesentón que usa litros de neutrógena. la noche debería haberse detenido allí, en el preciso momento en que pagué y salimos por la puerta)

(pero no fue así, y por eso acabamos convertidos en una mala copia de scott fitzgerald y zelda sayre, borrachos y incapaces de convertir las palabras en algo que no fuera rencor. creo que fue un viernes sucio, sucio y sin apenas luz)

miro la pantalla y pienso en lourdes