miércoles, 10 de junio de 2009

(lo que queda del día, de james ivory. la señorita kenton mira por la ventana. abajo, en el jardín, el señor stevens padre se obceca en entender el porqué de su caída el día anterior, cuando tropieza con una baldosa mal ajustada y la bandeja de plata vuela, estrellándose contra el suelo. da golpes con el talón, mide los pasos, repite una y otra vez los movimientos después de toda una vida dedicada a servir a su amo. la imagen resulta dolorosa: lo que queda del día es sólo un instante, el último de tu vida, en el que no podrás redimir todos tus errores)

(la señorita kenton llama al señor stevens hijo. ambos miran por la ventana en silencio. el viejo morirá días más tarde, manteniendo intacta la moral de su profesión. por el contrario, ellos aún tendrán mil años para seguir negándose la vida)