sábado, 30 de mayo de 2009

y al final desaparecer. las raíces de los árboles rompen el asfalto del carril bici en la rambla del celler, poco a poco, sin tiempo, como las venas hinchadas de un yonqui que todavía no quiere morir

imagino la vida en el mundo sin nuestra presencia. cuánto tardaría en volver la selva? la vida, si la dejas, sigue su camino inexorable. pienso en lo que sentí al leer la carretera, de cormac mccarthy. el último hombre vivo en el último minuto de su vida. el frío y el barro gris contrastan con el sol de este sábado. podríamos ir al cine, al pryca y llenar la nevera. podríamos dejar de pensar