lunes, 2 de febrero de 2009

llueve. he visto kamchatka y después me he recortado la barba. después me he vuelto a duchar. el dolor es una pedrada en el ombligo cuya onda inicial se desvanece por todo el cuerpo, líquido y caliente, como de metal fundido. la boca seca, sí, y el teléfono sonando en un número larguísimo que no cogeré