sábado, 22 de noviembre de 2008

(me veo a mí mismo sentado en la playa a mediodía, en el masnou, un sábado de febrero de mil novecientos noventa y nueve. el frío apenas me deja respirar mientras miro las olas grises que mueren en la orilla. marco un número de teléfono. no soy consciente de ello, pero en ese instante preciso mi vida se comienza a ir a la mierda. estaba esperando tu llamada, dice alguien al otro lado del auricular)