lunes, 10 de noviembre de 2008

he salido a dar una vuelta con la excusa de comprar yogures. la casa se me caía encima. perderme entre la gente en el mercadona o el condis será una buena terapia, pienso, para dejar de pensar

me he encontrado con alba morales. hemos ido juntos al supermercado. ella ha comprado una tableta de chocolate y un croissant para merendar. yo, yogures desnatados. nos hemos sentado un rato en el banco que hay delante de la óptica y hemos hablado hasta que se me han acabado las palabras

me hubiera gustado estar solo. comprar esos putos yogures y bajar rambla abajo entre la gente, tardando mucho en volver a casa. hubiera entrado en esa tienda donde vi el otro día unos rótulos de rebajas y hubiera entrado a curiosear, sólo por el placer de hacerlo. quizás hasta me hubiera comprado una chaqueta de chándal. una chaqueta de yonqui de parque de extrarradio

pero no, porque hoy tenía la sensación de que te iba a encontrar, me ha dicho. hacía días que te quería llamar, pero no sabía cómo hacerlo para no molestar demasiado. siempre digo lo mismo. mientras estábamos sentados en el banco me he sentido muy lejos. tengo la cabeza llena de cosas. la pasta, el trabajo, las diarreas, todas las personas a las que oculto mi vida. mañana veré a míriam. saldremos un rato por la noche. es casi la única persona con la que me siento bien últimamente. ella no me pregunta, no necesita saber. y esa burbuja que la aisla del mundo consigue envolverme a mí también, dejando a mis animales fuera

entonces sonrío y digo tonterías y me pregunto por qué mierda no consigo ser un poco más feliz