domingo, 23 de noviembre de 2008

como chocolate mientras marc juega una partida infinita de grand theft auto: san andreas. de fondo suenan notas de jazz brillante como un mediodía. el barrido de los píxeles en la pantalla forma figuras que asemejan olas que se enfocan y desenfocan aleatoriamente. la situación es definitivamente absurda. una infinita variedad de maneras de matar que trivializa la violencia hasta convertirla en un mero chiste del que reírse un sábado

(como chocolate y guardo los envoltorios en el bolsillo. bombones lindt licor, rellenos de algo espeso y dulce que me hace olvidar qué coño estoy haciendo allí a las ocho de la tarde)