viernes, 18 de abril de 2008

de animales moribundos. salgo de la ducha, me seco con cuidado la piel cada vez más vieja, escupo saliva que aún tiene algo de la menta de cuando me lavé los dientes. en el espejo me veo gastado y solo. mis amigos me esperan para cenar. con un poco de suerte me comportaré como una persona. me apetece comprar tabaco y fumar mucho. me perderé algunos ratos de la conversación pensando en el desorden que me aplasta la polla. en una imagen del futuro, me veo sentado en un tren. es de día, sigo leyendo plataforma y miro por la ventana. me podría bajar en la próxima estación, antes de llegar a destino, y desde allí llamar a la persona que me espera y decirle que no tuve valor. y que sí, que tenía razón: que entro y salgo, exactamente como mi padre hacía