miércoles, 5 de marzo de 2008

hoy he recibido un correo electrónico de ana. acaba de llegar a buenos aires, supongo que porque lo más tentador del mundo es, una vez has huido, no volver o tardar mucho en hacerlo, si es que

ana mira por la ventanilla y en el retrovisor apenas se reflejan las personas, los edificios y las carreteras. todo eso que desaparece con el tiempo. los bocadillos de los puestos callejeros, eso sí, le recuerdan repetidamente a mí en todas mis maneras, hasta cuando soy traslúcido como ahora

a mí se me pone el corazón en la garganta y entonces dejo de pensar y sólo añoro, de una manera errática y confusa, da lo mismo a quien porque en todas soy igual de imbécil