martes, 4 de marzo de 2008

el frío viene de repente, se cuela en las habitaciones, en las luces, las miradas, en la manera de caminar de esa chica cuando sale del trabajo. caen cuatro gotas de mierda, a cámara lenta, sin que nadie las vea. tiro la bolsa de basura en el container gris y pienso en el partido de fútbol de esta noche. la rutina tiene forma de tubo

tengo la cabeza llena de ángeles. loida sonríe, está húmeda y me encanta. le compraría un collar rojo de cuero y la sacaría a pasear por ciudades desconocidas-en-la-tundra-siberiana. cuidaría de ella, no dejaría que le doliera la espalda, no la compartiría con nadie y me masturbaría a su lado sin dejar que me tocase, más o menos como ahora. ella le haría fotos al cielo porque hoy está precioso y se correría con los ojos cerrados, apretando mucho las piernas, sintiendo que se deshace en

imágenes de olas inmensas estallando