domingo, 6 de enero de 2008

respirar es un acto reflejo, algo que hacemos sin pensar, no como los delfines, que tienen que tomar la decisión de abrir la boca y llenarse de aire los pulmones. me creo a pies juntillas todo eso de palahniuk: fabricar explosivos con productos caseros, lo infeccioso de la cultura del consumo, bla-bla-blá. me encantaría fabricar algo, una buena bomba, por ejemplo. no estaría mal estallar tan fuerte que eso significara un antes y un después, una especie de hiroshima o de hipercor. cualquier cosa para no llegar vivo al fin de semana que viene y tener que celebrar mi cumpleaños como un pepe cualquiera

me levanto de la siesta dando tumbos y escribo lo primero que se me pasa por la cabeza. ayer vi el club de la lucha. nunca antes —y van unas cuantas— me pareció más lúcida que en la madrugada del día de reyes, con los niños durmiendo y la humanidad entera rendida al dios consumo