viernes, 23 de noviembre de 2007

como una isla, el viernes por la tarde, y yo el buen salvaje. tumbado en mi playa, como nueces, ignoro casi todo lo que sucede a mi alrededor. miro el cielo, me quedo dormido en la arena, despierto, me masturbo, cuento las nubes que van de derecha a izquierda, canto alguna canción que me gusta, me estiro el pelo, pienso en tonterías, hago planes, conspiro. un naufragio de cuarenta y ocho horas y algo más, que termina con el avistamiento del submarino a las ocho y media de la mañana del lunes, el nuevo embarque y la inmersión hacia el planeta más-de-lo-mismo