lunes, 8 de octubre de 2007

esta mañana estaba contento, de esos días de mucha alegría y muy inexplicable. incluso fui antes a trabajar, más de media hora. el placer de ser el primero en algo, aunque sea en levantar las persianas

después, ya me fui arrugando. todas y cada una de esas fotografías antiguas que escaneo desde hace semanas y que clasifico con cuidado, tomando nota de todo, me remiten a un mundo que se desmorona. fotografías del pueblo donde vivo, de mil casas que ya no están pero que puedo recordar, de personas que murieron, que reconozco en los rasgos de otras que ya tampoco están. fotografías rotas que retoco con cuidado, como si fueran mi mismo corazón, corazón a trompicones. corazón pececito sin pecera

y en el correo, spam con las últimas ofertas para el fin de semana largo. una maleta con alas de mariposa. billetes tirados de precio. tienes que irte de aquí

al fondo del mar. o algo así de frío