lunes, 1 de octubre de 2007

ella puede robar la torre eiffel y mancharse los dedos de un óxido áspero. él seguro que salta por la ventana en cuanto se quede solo en casa. dos personas que definen una línea. una línea que cruza un océano enfadado y une noches con cuatro horas de diferencia. noches más pequeñas unas que otras. noches que caben las unas en las otras. exactamente como muñecas rusas? sí, exactamente así

y en la última, la más pequeña, borrándolo todo, todo el ruido del que son capaces dos niñas. ruido blanco, eléctrico, ruido rosa, eléctrico también. ruido de botones desabrochados. cómo explicarle algo, lo que sea, a un conejo muerto

deberíais marcharos, dice el lobo. sí, deberíamos marcharnos. es tarde ya. el conejo y yo. buenas noches