lunes, 22 de octubre de 2007

camino rápido al salir del trabajo. dentro de poco ya será de noche cuando salga. me gusta esa sensación, la de caminar con las farolas llenas de una luz amarilla y caliente dibujando mis sombras en muchos ángulos diferentes. me calma mirar las ventanas de las casas encendidas. imaginar cosas mientras el vaho que respiro se queda atrás, como si fuera un trocito de vida de uno que se vuelve algodón y se deshace. es casi como ser invisible. será dentro de poco, sólo unas semanas

una chica con uniforme de colegio privado subiéndose a un coche blanco y pequeño. su madre arranca ruidosamente. la urgencia por volver a casa me hace cruzar en diagonal, sin mirar. ella frena. me disculpo con un gesto. es algo automático

eva embarazada en un paso de cebra, con graci y un carrito de niño. vestigios de vidas anteriores, amigas, conocidas de personas que sí me importan. cruzamos un saludo tan breve y tan sordo que será mejor, si existe una próxima vez, mirar a suecia o mirar al suelo

justo en ese instante, el recuerdo del sábado con pepe. pepe antes de jaume diez minutos sólo, pero suficientes. porque es un tipo raro, de voz aflautada, pero me gustaba estar con él. nos pasábamos las noches en su coche, escuchando joy division sin parar y fumando porros hasta que no teníamos ojos, ni ojos ni palabras. aparcados encima de la acera, justo enfrente del bar la nevada. salir a comprar cerveza y volver al coche. es sábado y ya no queda nada de eso. hace veinte años, pero podemos hablar y me gusta que me cuente. satélite, con un millón de cables eléctricos entre los ojos y la nuca

la llave de la puerta de fuera abre cada vez más torpemente. quizás haya que echar tres en uno. quizás lo haga el presidente de la escalera, enric. en casa, algo de leche tibia con eko. me gusta el eko. me trae unos absurdos recuerdos infantiles en los que me gusta esconderme. recuerdos como oscar mayer, como la luz de las velas, los libros a escondidas. me siento en el sofá y bajo las persianas. así, todo es una paz extraña, difícilmente explicable, pero mía, única y brillante. buenas noches