porque alguien lo dijo debe ser así. el tiempo amontona las palabras en el vagón de las verdades
en el interior de nuestro cuerpo no entra luz. salvo un accidente o algo así, la luz nunca entra dentro de nosotros. tanto da. dibuja nuestros límites por fuera pero los de dentro seguirán siendo desconocidos
el agua caliente me recorre y el dolor es redondo, difícil de aguantar. casi parece que sale luz del vientre, de un costado del vientre, el derecho. un dolor romo y denso que me hace doblar las rodillas y encogerme
el buen meteorólogo. por dentro soy, somos, sangre, heces y mocos en proporciones variables, muchas veces imprevisibles. es algo que descubro a veces, con frecuencias cambiantes. mañanas y madrugadas, así es como funciona mi huracán, mi hoyo de luz, mi ventana abierta al mundo
buenos días