jueves, 30 de agosto de 2007

he trabajado esta mañana, exactamente como si fuera un día normal, pero en casa. uno de esos trabajos que se hacen para conocidos y que me permiten un poco más de margen a final de mes. los márgenes, los límites. la tensión superficial

jueves, penúltimo día de agosto. un día, por mil motivos, que no es de este año, sino que es un día viejo, gastado y cansado, de esos días que ya están rodeados de tristezas desde antes de empezar, desde el instante mismo de ring despertador a las siete y tres minutos, de esos en los que una palabra me recuerda todas las veces en las que me he quedado solo, de esos en los que el trabajo mismo me recuerda a gente, a sitios y lugares concretos, a emociones que me desbordan y con las que no sé vivir. un día en el que todas las ausencias se ponen de acuerdo para seguirme al fin del mundo. un día de esos de salir a la calle y ver a gente del pasado y que me habla de más gente del pasado, ángel se ha montado una papelería en barberà

asco y puñetazos imaginarios como consecuencia natural

un día de ensalada a las dos y media, como cuando es otoño y hace frío, de periódico encima de la mesa. allí, las fotografías desgarradoras del llanto de la familia de antonio puerta me hacen cerrar el diario, dejar la ensalada, recogerlo todo, aislarme un poquito más. día de ver a jaume por la tarde y de verdad que cero ganas de jaume porque también cero ganas de mí. día de ver a mi cliente por la noche, noche pegajosa como las noches de un verano que se acaba, de dolor de cabeza, de música que he puesto para borrar groenlandia de mi cabeza. las mitologías personales

suenan man man. insoportablemente circenses. ni fuerzas para apagar el reproductor. les seguirá jason collett, les seguirá tapes'n tapes, les seguirá

rural electric o cualquier otra mierda

día de hacerme una paja, dos, tres, de vaciarme las pelotas, de entristecer al ver lo lejos que está la única persona que quiero. día de pensar lo lejos que estoy yo

como hundiéndome en las olas

(y alguien a quien no me atrevo a manchar abrazándome muy fuerte)