martes, 28 de agosto de 2007

el futbolista que se desploma sobre la hierba acaba muriendo tres días más tarde en una cama de hospital. rodeado de tubos, en un hospital de las afueras de la ciudad, como en un gigantesco enjambre de cemento y cristal

su muerte ensombrece la del escritor de voz grave, la de todos aquellos que son sólo un número en una columna sin fotografía