ciento setenta y cuatro muertos en las carreteras catalanas desde enero. se resalta la cifra ciento setenta y cuatro sobre un fondo intensamente negro, con un efecto de photoshop para hacerla ser casi un rótulo luminoso de esos que jalonan las carreteras. la dirección general de tráfico gasta así nuestros impuestos
esas vallas publicitarias deberían hacernos reflexionar. eso pienso, y no otra cosa, cuando subo la calle padró, a la altura de la iglesia, en el pueblo de mierda donde vivo. es allí donde una empresa de publicidad ha instalado esa valla
pienso en cuantos de esos ciento setenta y cuatro muertos podría conocer yo. directamente a ninguno. pero quizás sí que alguna vez me crucé con un tipo a quien no volveré a ver nunca más y a quien no echaré de menos porque no sabía nada de él
así, desaparecemos de la vida de los demás de mil maneras diferentes