ayer llamé a un trabajo y me dijeron que era muy mayor para el puesto. tampoco me importa demasiado: era más curiosidad que otra cosa. movía el pie mientras hablaba con el tipo, con esa seguridad saber que todavía no tengo que poner el culo
mañana comeré con mònica y con rafa. yo propongo chino porque soy así de tonto: me fascinan los dragones y los dorados y lo que sucede en las cocinas
todo es muy oscuro en las cocinas de los chinos. nadie sabe por qué, pero todo el mundo tiene teorías
es tan oscuro que es casi como estar en las cabezas de la gente
seguro que todos tenemos una lista de personas a las que no querríamos ver por dentro. personas de esas de taparte los ojitos
hoy he hablado con ana. cinco horas de aeropuerto entre londres y vigo. madrid es un agujero infernal que tiembla por el calor. veintiocho minutos y treinta cuatro segundos para vestirnos de tristeza
como una canción de slowreader o de edith frost. o de los beirut esos de mierda
cosas de las de llorar, muy juntos
hasta que se nos coma la bruja