(de la misma manera que yo, días después, me deshago en un charco de nieve caliente entre sus omoplatos, profundo hasta el corazón, el hormigón caliente con manchas de orín y brujería en la columna)
(días, años, vidas. la línea temporal, arañazos en la piel de la espalda, la herida y la lanza del soldado, los dedos de los niños hurgando en la carne abierta, buscando respuestas que sólo son canciones tristes mientras decapitan a alguien)