martes, 7 de octubre de 2014

(boca de vertedero a las nueve de la mañana: la enfermedad trepa por los muslos, se confunde con los pies sucios y el sexo húmedo, apesta mientras àngels grita sus gritos preferidos, ella contra el mundo y contra todos y la profunda estupidez humana más allá de su pellejo blando y sudado, días sin ganas de ser días, días aplastándose, días vomitando, días lloriqueando, días sangrando por el culo. días con boca de vertedero a las seis de la tarde: el puño en el pecho, como una araña que debería latir más deprisa, caminar desnudo, hervir agua, leer un poco, encontrar huesos humanos en la bandeja de entrada del correo electrónico, en cualquier canal de televisión, en la voz a fogonazos al otro lado del teléfono)