jueves, 29 de mayo de 2014

(hay un cansancio frío que me cierra los ojos, que se ramifica por mi espalda como una hiedra paciente y voraz. escribo de manera automática respuestas a preguntas intrascendentes, pienso en personas que huyen para salvarse de las llamas, pienso en mí mismo huyendo de mí mismo, como si en lugar de una persona —grasa, piel, fluidos, suciedad a la que amar o mentir— fuera un reloj de arena que mira la pantalla sin ver nada)