domingo, 18 de mayo de 2014

(he perdido el sentido del ritmo, dice el joven batería hardcore, la cabeza piensa, los brazos responden, los pies no llegan, se equivocan, el bombo se pierde en el camino, todo se desmorona, la canción cae, se atropella, necesito recuperar el control de mi cuerpo, tupátupátupá, trabajo aquí un día y allí otro, siempre trabajos de mierda para una temporal, cada vez como menos, repite que cada vez come menos y es verdad: está muy delgado, mucho más que en mis primeros recuerdos de él, el hospital, la eterna fiesta de fin de año con olor a vómito)

(le doy todo el dinero que llevo encima, apenas son monedas, después viajo en tren, leo libros sobre un fotógrafo de guerra que necesita una vida nueva porque ahora es un campo de minas para la gente que quiere, vivo en un garaje y mi cama es una película de terror aunque despierte)