jueves, 10 de abril de 2014

(tengo frío y miedo. las casas y las calles y las personas se curvan pesadamente sobre mí a cada paso que doy. paco habla y procuro reír; cuando hablo yo, intento mirarle a los ojos o las manos. tiene que parecer que estoy allí, frente a él. todas las mesas del bar están llenas y me obligo a beber cerveza al salir del trabajo: alcohol en vaso de tubo y anécdotas como el único camino posible para seguir caminando en línea recta. aquí casi todo son mujeres jóvenes con cachorros incansables, pequeños garabatos sucios de polvo, hembras tatuadas a las que morder en el cuello mientras palomas arcoiris y colchones ardiendo y pasillos de supermercado con toda nuestra vida en oferta tres por dos)