lunes, 2 de diciembre de 2013

(el ratón más pequeño del mundo y está ahí, durmiendo su muerte junto a un remolino de hojas secas, a la altura del número setenta y cuatro de la calle lluçanès, en ca n'oriac, pegado a la acera, entre un coche granate y uno azul cobalto. pienso en envolverlo con cuidado en un kleenex limpio, en darle calor con el nido de mis manos, en soplarle la piel suave para que salga corriendo otra vez, avisándole de las noches frías)