lunes, 14 de octubre de 2013

(mis tripas se derraman sobre las agujas de pino de la calle mauritània, sobre los pequeños cachorros dorados que me lamen las manos, sobre las hojas secas de plátano que caen girando sobre el asfalto, sobre la sonrisa de ana barluenga y el sudor de nuestros vientres y sobre todos esos niños de rodillas sangrantes que algún día morirán de frío en el ártico)