jueves, 21 de marzo de 2013

(los días se mueven imposibles y lentos, suena el teléfono y no hay ningún número en la pantalla, descuelgo y ya no soy yo, mi otro yo en la isla desierta, tan sólo una voz lejana y fría, mecánica en sus palabras, veintiséis segundos de conversación y tristeza al colgar y desaparecer)