jueves, 1 de noviembre de 2012

(augusto ramos y yo compramos coches a lo que queda del ejército yugoslavo. enormes chevrolet negros y oxidados en las montañas nevadas, guardados en bunkers como gigantescos laberintos con estrellas rojas en la puerta de entrada)

(viejos soldados croatas que ríen sin dientes en grandes abrigos de astracán y que beben más de la cuenta y nos invitan a brindar con rakia por los nuevos amigos y por el fuego de tito aún vivo)

(despierto y escupo saliva marrón, otro muerto que camina en el día de los muertos)