viernes, 5 de octubre de 2012

(adobamos la carne de cerdo en una gran fuente de cristal, hierbas rojas y sal y aceite, la movemos, la untamos, la frotamos con las manos mientras hablamos de lo bien que se vive aquí, el mejor sitio para ver crecer a un niño)

(a través del ventanal, a lo lejos, la autopista serpentea entre un bosque que sé que no existe. la casa tiene quinientos años y es enorme, de varios pisos y varios niveles que suben y bajan en cada uno de ellos, como un gigantesco tetris según escher)

(en una vasija en la cocina, patatas cortadas junto a grandes trozos de panceta en salmuera. latas de carne sobre la nevera, sólo hace una semana de la matanza)

(viernes. uno despierta con la sensación de seguir ante un trilero, dónde está la bolita, jauría de perros y collares. hace días que apenas sigo las noticias. ahora, mientras escribo ésto, alguien habla en la televisión sobre criminales, violadores, asesinos. grandes modelos de conducta en tiempos sin magia)