jueves, 9 de agosto de 2012

(caminamos hasta algún sitio al final de la calle cristóbal de moura. sueño con naves industriales abandonadas. empiezo la facultad y llevo corbata y camisa blanca. tengo una bicicleta plegable de color naranja. un grupo de mujeres charla alrededor de una mesa en la terraza de un hotel. carlos barranco habla un euskera perfecto y es un modelo de integración. su casa, en el número veinte de la calle timadors, está decorada con graffitis toy en tonos azules. todo el mundo grita en el concierto y me despiertan las consignas desde el escenario, el supermercado más grande del mundo)