miércoles, 23 de mayo de 2012

(cisco y pepa se casan y quieren que sea testigo en su boda, nos conocemos desde hace un millón de años, deberíamos ser amigos, deberíamos ser tantas y tantas cosas y no somos ninguna de ellas pero no me niego, para qué, para nada. cisco bebe café y pepa bebe café y yo bebo té con el azúcar de todos ellos, son las diez y media de la mañana, hemos salido del juzgado hace dos minutos, hablamos del futuro en un bar con las paredes pintadas de rojo. tienes una vida rara, dice ella, mirándome con los ojitos arrugados. mi vida es a trozos, respondo mientras miro fijamente las letras de tiza en la columna de pizarra o la televisión en el discovery max o la puerta del fondo, la que siempre está cerrada)

(mastico sus palabras, tienes una vida rara, tie ne su na vi da ra ra, se me llena la boca de saliva y de metal, tie ne su na vi da ra ra, dibujo un cuadrilátero y allí mi vida como un soldado que jadea con las tripas llenas de metralla, como la grasa de una liposucción en un cubo de plástico, como un motor demasiado viejo para arrancar por última vez. una vida rara y a trozos, una vida con los puños en los bolsillos, con el espejo como arma definitiva, caminando de aquí a allá varias veces al día, mirando el techo, una vida sin fantasmas buenos a los que enseñar a cantar)