lunes, 2 de abril de 2012

(esta tarde ha venido al estudio el que fuera mi jefe durante todos estos años, marcel. el retiro en kenia le ha dejado un bonito color vacacional, aunque hay cosas que no cambian nunca por lejos que uno huya: la manera de dar la mano como si fuera un animal muerto y blando, húmedo, para qué apretar; el olor corporal lechoso y caliente, olor de granja o matadero, sudor de enfermo; la risita vacía, fingida, esquiva. cruzamos unas palabras de cortesía, todo va bien, yo tengo trabajo y él ha venido a recoger unos libros que todavía tenía por allí y a hacer un café con àngels, visita de diez minutos a las cinco y media. cuando se van, me lavo las manos, acabo el trabajo que estoy haciendo, borro el historial del firefox, apago el ordenador y enciendo un cigarrillo mientras)