miércoles, 1 de febrero de 2012

(estoy tumbado en la cama, los pies desnudos envueltos de cualquier manera con una vieja chaqueta de lana, los calcetines negros tirados en el suelo, lío de cables en el suelo, un reloj digital, una lámpara sin pantalla, incienso que perfuma el frío)

(ceno el último plato de sopa, la tarde de los miércoles significa reunión en el trabajo, delante de mí tengo un reloj con un harold lloyd de cartulina que cuelga del minutero, está adelantado cinco minutos, miro las baldosas del suelo, todo me parece una cárcel y me da por pensar en la teoría de conjuntos, diagramas de venn, el príncipe de persia y los muertos vivientes, quiénes son los muertos)